Descubrir que uno es neurodivergente en la adultez puede ser un proceso revelador y transformador. La neurodivergencia abarca una variedad de condiciones neurológicas, como el autismo, el TDAH, la dislexia y más. En mi caso, fui diagnosticado con Asperger a los 34 años. Este diagnóstico tardío me permitió comprender aspectos de mi vida que hasta entonces habían sido un misterio. En este artículo, exploraremos lo que significa vivir sin diagnóstico hasta la adultez, cómo afecta esto la vida diaria y qué pasos se pueden tomar una vez que se obtiene un diagnóstico.

La Experiencia de Crecer sin Diagnóstico

Vivir sin un diagnóstico durante años puede ser una experiencia confusa y a menudo solitaria. Sin entender la razón detrás de ciertas dificultades, muchas personas neurodivergentes desarrollan estrategias de afrontamiento que pueden ser agotadoras y poco saludables.

Desajuste Social

Muchos adultos neurodivergentes recuerdan una infancia llena de desafíos sociales. En mi caso, la interacción social siempre fue un territorio complicado. Las reglas no escritas y las sutilezas de la comunicación interpersonal eran misterios para mí. Sin saber por qué, a menudo me encontraba aislado o malinterpretado. De niño, era el «raro» de la clase, el retraído que prefería los libros de matemáticas a las interacciones sociales. Recuerdo haber terminado el libro de ejercicios de matemáticas al comienzo del año escolar, pero no poder recitar las tablas de multiplicar, lo que me hizo destacar aún más.

Rendimiento Académico y Profesional

Sin un diagnóstico, es común que las personas neurodivergentes enfrenten dificultades en el ámbito académico y laboral. A pesar de ser capaz de enfocarme intensamente en mis intereses, los cambios repentinos y las tareas multitarea eran desafíos significativos. Las evaluaciones estándar no reflejaban mi verdadero potencial, y esto generaba frustración y una sensación de inferioridad. En mi caso, aunque ingresé a estudiar Medicina y luego Bioquímica, no encontré estabilidad hasta que decidí emprender con mi hermano una empresa de diseño web, algo que venía haciendo desde 1997.

El Camino Hacia el Diagnóstico

Llegar al diagnóstico en la adultez puede ser un proceso prolongado y a veces tortuoso. Para muchos, la decisión de buscar un diagnóstico surge tras años de sentir que «algo no encaja».

Búsqueda de Respuestas

Muchas personas llegan a un punto de quiebre en sus vidas donde buscan respuestas para sus desafíos persistentes. En mi caso, la búsqueda comenzó después de que mi madre sugiriera que investigara sobre el Síndrome de Asperger. Al principio, no le presté mucha atención porque estaba ocupado con cuestiones de la empresa. Sin embargo, un fin de semana decidí investigar y encontré numerosas similitudes con mis propias características. Esto se convirtió en una pequeña obsesión por verificar si realmente tenía dicho síndrome.

Evaluación Profesional

La evaluación para diagnósticos neurodivergentes en adultos puede incluir entrevistas detalladas, cuestionarios y observaciones. El proceso puede ser intimidante, pero finalmente recibir una confirmación puede ser un alivio significativo. Me fijé cita con dos psicólogos que se especializaban en Asperger, ambos confirmaron mi hipótesis.

El Impacto del Diagnóstico en la Adultez

Obtener un diagnóstico de neurodivergencia en la adultez tiene un impacto profundo y multifacético. Proporciona una nueva perspectiva sobre la propia vida y abre puertas a estrategias y recursos que pueden mejorar significativamente la calidad de vida.

Reevaluación de la Vida Pasada

Con un diagnóstico, muchas personas reflexionan sobre su vida pasada con una nueva comprensión. En mi caso, pude ver mis desafíos y éxitos bajo una luz diferente. Las dificultades que enfrenté no eran debido a una falta de esfuerzo o capacidad, sino a diferencias neurológicas.

Estrategias y Apoyos

Un diagnóstico abre la puerta a recursos específicos y estrategias adaptadas. En mi caso, aprender sobre las técnicas de manejo del tiempo y la estructuración de tareas me ayudó enormemente en mi trabajo como redactor de SEO. Además, conectarse con comunidades neurodivergentes puede proporcionar un apoyo emocional valioso.

Aceptar la Neurodivergencia

La aceptación de uno mismo es un paso crucial. Reconocer y abrazar la propia neurodivergencia permite vivir una vida más auténtica y plena. Para mí, entender y aceptar mi condición me ha permitido ser más compasivo conmigo mismo y establecer límites saludables.

Contribuyendo a una Comunidad Inclusiva

Ser diagnosticado con una neurodivergencia en la adultez también puede inspirar a contribuir a una comunidad más inclusiva. Empresas como Decovicio, que se orientan a la comunidad neurodivergente, desempeñan un papel crucial al proporcionar productos y servicios que reconocen y respetan las diversas necesidades de sus clientes.

Promoción de la Inclusión

Es fundamental promover la inclusión y la comprensión de las neurodivergencias. Compartir nuestras historias y experiencias puede ayudar a desmantelar estigmas y fomentar una sociedad más comprensiva.

Apoyo a Otros

Después de mi diagnóstico, me sentí motivado a ayudar a otros que podrían estar en una situación similar. Ya sea a través de escribir, participar en grupos de apoyo o abogar por cambios en políticas, cada esfuerzo cuenta.

Conclusión

Vivir sin diagnóstico hasta la adultez es una experiencia compartida por muchos neurodivergentes. Aunque puede ser un viaje desafiante, recibir un diagnóstico en la adultez puede ser profundamente transformador. Proporciona claridad, abre puertas a nuevos recursos y estrategias, y permite una mayor aceptación de uno mismo. Como sociedad, debemos seguir trabajando para crear entornos inclusivos y comprensivos para todos, reconociendo y valorando la diversidad neurológica que cada individuo aporta.